viernes, 8 de noviembre de 2019

barco ana gandon



IMO: 9249532
MMSI: 224622000
Identificativo de llamada: EBVE
Bandera: Spain [ES]
AIS Tipo de Buque: Fishing
Arqueo bruto: 963
Peso muerto: -
Eslora Total x Manga Máxima: 58m × 10m
Año de construcción: 2001
Estado: Activo

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martes, 6 de noviembre de 2018

Rescatados los diez tripulantes de un barco vigués que se hundió en Gran Sol

Un pesquero vasco los recogió de una balsa y los lleva al puerto irlandés de Castletown
Nuevo naufragio de un pesquero gallego en el Atlántico, aunque en esta ocasión no hubo víctimas. Los diez tripulantes del arrastrero vigués Koaxi, que se hundió ayer mientras faenaba en Gran Sol, fueron rescatados sanos y salvos por otro pesquero que se encontraba en la zona, el Concerto, propiedad de un armador vasco aunque ambos barcos navegan bajo bandera francesa. Anoche se dirigía hacia el puerto irlandés de Castletown a donde tenían previsto llega hoy mismo.
La sociedad Alouette, armadora del Koaxi alertó a los familiares de los diez marineros de lo ocurrido, y los tranquilizó, si bien los propietarios desconocían los motivos del hundimiento del barco. "Hay muy mala cobertura, ellos no tienen teléfonos porque perdieron todo en el naufragio, y las radios hacen mucho ruido. Apenas podíamos hablar con el capitán pero nos ha asegurado que todos están bien, que es lo importante, y hoy mismo, en cuanto lleguen a puerto podremos conocer lo ocurrido", explicaba a FARO el armador. Una vez en tierra se realizarán los trámites para que puedan regresar a España. Lo prioritario será facilitarles documentación para el viaje de regreso.
El siniestro marítimo tuvo lugar sobre las 11 de la mañana de ayer. El pesquero sufrió un incidente -algunas fuentes apuntaban a un posible incendio, extremo que la armadora desconocía-, y la tripulación tuvo que evacuar el barco. Al parecer los diez marineros, casi todos gallegos, saltaron una balsa salvavidas donde fueron rescatados por el otro pesquero.
La tripulación del Koaxi está formada por ocho gallegos -un vigués, dos vecinos de O Morrazo y el resto del Barbanza-, un ciudadano francés y otro vasco. El arrastrero zarpó del puerto de Vigo concluída la reciente huelga de transportistas y armadores para realizar un marea de 50 días. El pasado domingo descargaron en un puerto irlandés las primeras capturas ,que llegaron el miércoles a Vigo por carretera, y salían otra vez a faenar cuando el barco se hundió.
La armadora Alouette se enfrenta a importantes pérdidas económicas, ya que ha perdido la mitad de su flota pues sólo tenía dos arrastreros, si bien sus representantes consideran que lo más importante es que no haya habido víctimas. Hace menos de un año que los armadores adquirieron el Koaxi. El barco había saltado a los medios de comunicación cuando en 2006 fue apresado por las autoridades irlandesas en el Gran Sol pro un problema de falta de emisión de señal. Entonces era propiedad del armador Ernesto Ageitos, representante de la casa Pesquera Franco Gallega, que depositó una fianza de 66.800 euros a la espera del juicio.

El Koaxi fue construido en los astilleros franceses de Saint Malo en 1966 y tiene el casco de acero. Mide 28,2 metros de eslora y 7,75 de manga. Desde entonces navegó con distintos nombres, como Rohellan, Patron Jean Charlot y Emile Avry. Su armadora actual, pese a ser propiedad de gallegos, tiene su sede social en Bayona (Francia), ya que desde su construcción navega bajo pabellón francés.

viernes, 2 de noviembre de 2018

abrente

Los vínculos del narcotráfico con algunos personajes de la Costa da Morte volvieron a quedar de manifiesto hace hoy 15 años con una operación antidroga que se saldó con el apresamiento de un pesquero con base en Camariñas, el Abrente, y la detención de un armador de Arou, Manuel Martínez Martínez, más conocido como O Pololo, y de varios vecinos del mismo municipio.
La investigación que desencadenó el operativo realizado el 19 de febrero del 2001 había arrancado un año antes, cuando Aduanas tuvo conocimiento de un transporte de droga desde Venezuela en el que estaban involucrados los clanes gallegos. En aquellas pesquisas apareció por primera vez el nombre del Abrente, barco que, curiosamente se había hecho célebre en septiembre del año 2000 al rescatar a los ocho tripulantes de otro pesquero, el Jomada, de Ribeira, tras hundirse al nordeste de Gran Canaria.
En enero del 2001, el Abrente partió de Camariñas y puso rumbo hacia un punto cercano a las Azores, donde recogió la droga transportada hasta allí por otra embarcación. La intercepción tuvo lugar el 19 de febrero, a 300 millas al oeste de las Canarias y en medio de una fuerte tormenta.
La tripulación trató de deshacerse del alijo -en un primer momento se habló de 5 toneladas de cocaína, aunque la cifra final se redujo a poco más de 3,5 -, tirándolo al mar, pero los funcionarios lograron atrapar uno de los cabos y recuperar la carga.
O Pololo, que había tenido a sus órdenes otras embarcaciones como el Manuel Maruja, el Maruxa, el Playa de Lira o el Patrón, fue juzgado en julio del 2006 y condenado a nueve años y medio de cárcel y al pago de una multa de 121 millones de euros. Pero entremedias fue noticia por otra polémica ocurrida en el 2003, cuando su nuevo barco, el María Cristina, fue el encargado de portar la imagen de la Virgen del Carmen en la multitudinaria procesión marítima de Camariñas. Aquel hecho provocó malestar entre algunos vecinos e, incluso Aduanas protestó, pero el párroco optó por hacer valer la tradición de que la Virgen fuese llevada por el último barco registrado en la cofradía, condición que aquel año cumplía el María Cristina.

Tras la condena, el periplo judicial de O Pololo prosiguió con los diversos embargos de los que fue objeto. La historia del Abrente tampoco concluyó con el apresamiento del 19 de febrero del 2001. El pesquero, que había sido remolcado al puerto de Vilagarcía, donde permaneció varios años abandonado y acabó por hundirse a causa de una tormenta. Tras una primera compra fallida, la Autoridad Portuaria lo reflotó y lo volvió a subastar en el 2010, siendo adquirido por una empresa arousana con el objetivo de desguazarlo.






cristina masaveu

entrado hoy a las 12:30 ria arosa al puerto de villagarcia de arosa

lunes, 29 de octubre de 2018

hundimiento de novo jundiña

El impacto de un objeto a la deriva es la causa que el sector maneja como más probable para explicar la vía de agua que provocó el naufragio del pesquero Novo Jundiña, un arrastrero de acero con base en el puerto de A Coruña, 31 metros de eslora y una antigüedad de catorce años que en la madrugada de ayer se fue a pique en cuestión de minutos cuarenta millas al noroeste de A Coruña, pese a lo que ninguno de sus once tripulantes sufrió heridas de consideración. De hecho, los marineros, que llevaban puestos sus trajes de seguridad, tuvieron el tiempo justo para saltar a los botes salvavidas, desde donde el Helimer 401 los rescató uno a uno en unas condiciones de mar muy adversas. Cuatro de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital con síntomas de hipotermia, aunque sólo uno de ellos permanecía ingresado a última hora de ayer.
Fuentes del sector próximas a los implicados en el siniestro dan por hecho que solo un madero, un contenedor u otro objeto a la deriva pudo abrir una vía de agua en un barco relativamente nuevo, en buenas condiciones y que según fuentes de la Asociación de Armadores coruñeses de Arrastre (PescaGalicia) había pasado su última revisión en octubre. Y es que el pesquero era propiedad del presidente de la asociación, Severino Ares, también presidente de la lonja de A Coruña, quien ayer se encontraba muy afectado por el suceso, por lo que evitó hacer declaraciones.
El accidente se produjo poco antes de las 22:20 horas del domingo, cuando el Novo Jundiña navegaba en dirección a A Coruña cargado de pescado y procedente de Gran Sol, donde faena habitualmente. El buque lanzó una señal de socorro a Salvamento Marítimo cuando se encontraba a 50 millas de cabo Ortegal, tras lo que el Centro Zonal de Salvamento Marítimo de Fisterra asumió la coordinación de la emergencia. El helicóptero de rescate Helimer 401 se desplazó a la zona junto con la Guardamar Concepción Arenal, aunque finalmente varios barcos que se encontraban en la zona también colaboraron en la operación de rescate.
A medianoche, el Helimer localizó a los once tripulantes del buque, a bordo del bote salvavidas, y procedió a su rescate con el izado de cada uno de ellos a bordo. Desde allí, el helicóptero trasladó a los marineros al aeropuerto de Alvedro, donde les esperaban los servicios de emergencia con una ambulancia para evaluar el estado de los rescatados. Cuatro de ellos fueron evacuados al Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) con síntomas de hipotermia y contusiones leves. De los trasladados, tres fueron dados de alta a lo largo del día de ayer, mientras que el cuarto todavía permanece hospitalizado en la unidad de observación de urgencias. Durante la mañana de ayer Salvamento Marítimo movilizó a la zona del naufragio el avión Sasemar 102 para confirmar el hundimiento del pesquero, dado que actualmente no emite señal AIS (Sistema de Identificación Automática de Buques).
Las causas del siniestro no se conocerán hasta que dentro de unos meses concluya su informe la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), dependiente del Ministerio de Fomento, que abrirá una investigación sobre el siniestro. Hoy está previsto que la tripulación declare ante la Capitanía Marítima de A Coruña, en el curso de las pesquisas oficiales.
Algunas fuentes apuntaban ayer como posible causa el fuerte temporal de viento y mar que azota la costa gallega desde hace una semana, y que ayer provocó olas de aproximadamente cinco metros -según fuentes de Salvamento Marítimo- en la zona del naufragio. Condiciones marítimas muy similares a las que por otra parte el buque soporta habitualmente en el caladero de Gran Sol. El gerente de PescaGalicia, Juan Carlos Corrás, llamó a evitar especulaciones y esperar a la investigación.

viernes, 26 de octubre de 2018

Vuelve a faenar el «Orzán», el pesquero más viejo del puerto

Tras tres años de parada, el buque de 42 años, saldrá al mar La familia Debén lo prepara equipándolo con sistema de frío para pescar en los mares africanos



A CORUÑA 
El arrastrero Orzán volverá a poner proa a los caladeros tras tres años de parada obligatoria. El barco fue botado en el año 1964 en los astilleros Paulino Freire, de Vigo, lo que le convierte en el buque de pesca de altura más antiguo del puerto de A Coruña. Ni los temporales, ni incluso sufrir en su estructura la fuerza de una galerna fue capaz de dañar su casco.Los mares del Gran Sol casi nunca le causaron daños importantes, ni cuando sus chapas de hierro estaban sujetas por remaches -tornillos de acero que ensamblaban sus distintas partes- ni desde que los técnicos del taller Antonio Valiña le hicieron una reparación global al arrastrero en el año 1998. Tuvieron que ser la burocracia, unos simples papeles y la presión ejercida sobre los pesqueros españoles que faenaban en el Gran Sol por parte de otros estados costeros miembros de la Unión, los que le obligaron a detener su motor y a amarrar en un muelle, primero en un dique de Irlanda y luego en los pantalanes de la dársena de Oza. Pero la familia Debén no se dio por vencida. Sabían que el barco insignia de su flota -el primer pesquero coruñés que cambió su máquina de vapor por un motor propulsado por diésel- estaba capacitado para volver a luchar contra las olas, a seguir pescando como siempre lo hizo y a dar puestos de trabajos a marineros.Cambio de maresAún quedan días para preparar el Orzan para volver al tajo. Faltan algunos trámites administrativos para que el Orzán pueda poner su proa hacia los caladeros.Pero sus armadores ya tienen diseñado el futuro que le espera al buque. Creen que en estos momentos el futuro se encuentra en los bancos pesqueros africanos. Para ello, Antonio Valiña está montando el sistema de frío en el barco. Pero los Debén indicaron que la base del Orzán siempre será el puerto de A Coruña.

martes, 17 de abril de 2018

14 marineros gallegos, desaparecidos al hundirse su barco en la costa escocesa

Santiago de Compostela 
Patrulleras de la Armada del Reino Unido y un avión de la Fuerza Aérea Real (RAF) buscaban ayer, a 250 millas al oeste de Escocia, a 16 marineros, 14 de ellos gallegos, desaparecidos desde el martes, cuando se hundió, a causa del temporal, el buque en el que faenaban. El patrón del pesquero Frank C, Gerardo Pérez Pose, de 36 años, vecino de Malpica (La Coruña), fue rescatado en la zona por un barco danés. Los servicios de rescate mantenían la esperanza de que el resto de la tripulación pueda encontrarse todavía a. salvo a bordo de un bote.
El pesquero Frank C, con bandera alemana, tenía su base en La Coruña y era propiedad de una empresa mixta participada por la sociedad española Pesca Arosa, SL, con sede en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). El buque, un palangrero de 30 metros de eslora, había partido de La Coruña el 7 de septiembre para pescar rape en aguas de Escocia.El accidente se produjo a primeras horas del martes a 250 millas al oeste de la costa escocesa, cuando el Frank C se dirigía al puerto irlandés de Killybegs. Se supone que el buque se hundió tras abrirse una vía de agua a causa del fuerte temporal que azotaba la zona, según fuentes del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo.
Las autoridades marítimas españolas tuvieron conocimiento del naufragio ayer por la mañana, después de que un buque danés que faenaba en las mismas aguas recogiese al patrón de costa del pesquero, Gerardo Pérez Pose, a bordo de un bote salvavidas. El superviviente era conducido ayer a un puerto británico.
Inmediatamente se dirigieron a la zona patrulleras de la Armada del Reino Unido, un remolcador y un avión de la RAF, que lograron localizar el casco del barco hundido pero no a los otros 16 marineros.

Visibilidad nula

Los responsables del rescate mantenían ayer esperanzas de que los pescadores pudiesen encontrarse a salvo, a bordo de otro bote hinchable del que disponía el Frank C, que tiene capacidad para transportar a todos los tripulantes.Sin embargo, la visibilidad en la zona alcanzaba apenas un kilómetro y había un nuevo aviso de temporal para la tarde de ayer, según explicó un portavoz del Centro de Salvamento Marítimo español.
Además del capitán, el ciudadano alemán Manfred Applezoler, se encuentran desaparecidos los siguientes marineros, de edades comprendidas entre los 16 y los 40 años: res¡dentes en la provincia de Pontevedra, Javier Cabaleiro Juncal, Manuel Piñeiro Pastoriza y Agustín Soage Paz, de la localidad de Bueu; José Manuel Otero Vilas y Benito Carabelos Rosales, de Marín; Severo Malvido Parcero y Jaime Gestido Cabanelas, de Cangas do Morrazo; Vicente Ríos Pena, Celestino Faria Santomé, Jaime Sánchez Gallego y Antonio López Cardero, de Moaña; el vecino de La Coruña Jorge López Baña, patrón de pesca; José Antonio Rodríguez Marta y José Antonio Rodríguez Verdía, de la localidad coruñesa de Carballo, y el ciudadano surafricano Nelson Brown, también residente en La Coruña.
El pesquero Frank C fue construido en 1960, pero había sido reparado recientemente en el puerto pontevedrés de Marín antes de emprender la campaña de pesca en aguas escocesas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de octubre de 1991